La RV y la medicina unidas para salvar vidas.

En la Universidad de Ciencias Aplicadas de Viena
Donde la RV ayuda a salvar vidas.

Todos hemos visto esos documentales de televisión en los que unos cirujanos experimentados llevan a cabo —como si nada y con una destreza y confianza tranquilizadoras— operaciones que cambian vidas y las salvan. Nos conmueve el agradecimiento del paciente y el alivio de los familiares, y nos impresiona que actos tan complejos y trascendentes se lleven a cabo como si tal cosa.

Pero hubo un tiempo en el que esos mismos médicos no trabajaban con tanta confianza, en que los estudiantes de medicina manejaban con aprensión el instrumental médico, nerviosos ante las letales consecuencias del más mínimo error. ¿Sería todo como se describía en los libros de texto?

Confianza y preparación
La mayor parte de nosotros nos sentiríamos abrumados ante el peso de tanta responsabilidad. ¿Cómo consiguen los profesionales de la medicina esos niveles de seguridad y preparación? La respuesta está, cada vez más, en la Realidad Virtual médica, quizás no tan glamurosa como otras realidades virtuales pero que salva muchas más vidas.

Así, en el programa universitario de Radiografía en FH Campus Wien (el campus de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Viena), gracias a la RV, los tratamientos de radioterapia se enseñan ahora sin riesgo alguno y en condiciones que reproducen fielmente la realidad.

Tan potente como peligrosa
La radiación, como terapia, tiene sus peligros. El uso de aceleradores lineales para administrar dosis potentes de radiación puede hacer mucho bien, pero también resultar muy dañino. De ahí que la oportunidad de practicar en un entorno realista pero libre de riesgos sea crucial, y eso es lo que el sistema que se implementa en Viena garantiza a sus estudiantes de medicina.

Usando controles que replican con precisión los que utilizarán tras licenciarse como médicos y en un entorno que imita a la perfección las salas de tratamiento del mundo real, los estudiantes practican hoy con pacientes virtuales 3D de dimensiones reales, con imágenes de TC (tomografía computarizada), órganos internos, y comprobando la distribución de los diferentes grados de radiación por todo el organismo.

La importancia de la imagen exacta
Naturalmente, ese tipo de exactitud requiere instrumentos de precisión, lo que inevitablemente llevó a la universidad a recurrir al proyector Mirage WU12K-M suministrado por Christie y a unas gafas 3D con obturador activo proporcionadas por Virtalis, el partner de Christie que se encargó de instalar y planificar el proyecto.

Sönke Dierking, Director de Equipo de Sistemas de Virtalis, nos relata el proceso. “Para crear una simulación 3D realista necesitábamos un proyector WUXGA de gran intensidad, alta resolución y tecnología 3DLP, y el Christie Mirage WU12K-M se reveló como la solución ideal. El uso de gafas de obturador activo asegura una sincronización perfecta con la imagen proyectada, y las imágenes correspondientes al ojo izquierdo y al derecho se actualizan a 100 Hz y, en combinación con la retroproyección, se elimina con eficacia cualquier demora o cualquier sombra”.

Localización de síntomas importantes
La simulación médica y el uso de RV en ella no tienen que ser necesariamente convincentes en términos ‘reales”, pero sí garantizar una total precisión. Cada paciente, cada caso, presenta síntomas únicos, y una de las habilidades esenciales de cualquier médico clínico es identificar las características compartidas y su significado.

En el pasado, esa habilidad se conseguía con horas observando el trabajo de otros, o pasando tiempo con pacientes reales para, poco a poco, ir trazando un mapa mental de lo que se busca. Sólo entonces se podían identificar, entre el ruido de fondo del diagnóstico, los síntomas auténticamente relevantes.

La llegada de la RV a la medicina ha cambiado todo eso, y aquellos estudiantes que se preguntaba si lo que veían sería como en los libros pueden ahora usar esas habilidades que salvan vidas en el mundo real sabiendo que lo han visto —literalmente— antes.