Abróchense los cinturones mientras nuestro editor invitado Martin Howe nos explica por qué están triunfando las Flying Ride Theatres o salas de vuelo simulado.

Si se dedica al diseño y la construcción de atracciones de inmersión, en particular de salas de vuelo simulado, tiene que estar preparado para este nuevo negocio. Es lo que está haciendo Martin Howe, creador y director ejecutivo de TEQ4; entre un plato de noodles con pollo y un muffin de arándanos, habló con AVenue de su trabajo y de lo que hace falta para volar a unos cuantos metros del suelo­­.

Una actitud de altura

«Últimamente viajo mucho. Tanto físicamente, de aeropuerto a aeropuerto como es habitual, como virtualmente. He sobrevolado la ciudad de Rivière-Rouge, en Quebec, con Fly Over Canada; los canales de Ámsterdam gracias a This is Holland; Pandora en el World of Avatar; el glaciar Aletsch en Suiza y el palacio de Schönbrunn en Austria con EuropaPark. He podido ver de cerca los Ferrari más exóticos en el castillo de Chantilly en Francia, la Estatua de la Libertad en Nueva York y el Palacio de Westminster en Londres con Ferrari Land, y he volado con el escuadrón Thunderbirds de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos con Fly over America.

Todo ha sido posible gracias al creciente número de salas de vuelo simulado que se están abriendo en todo el mundo. Este singular formato cinematográfico ofrece un recorrido de inmersión realmente emotivo por diferentes territorios que nos brindan un espectáculo fascinante.

Rick Rothschild, pionero del formato de vuelo simulado

Por casualidad estoy volando, literal y virtualmente, con el pionero del formato de vuelo simulado, Rick Rothschild, mientras escribo este artículo. Cuando trabajaba en Disney, a Rick le encargaron el reto de crear una nueva experiencia para su parque California Adventure Park. Tras desechar la idea de experiencias de vuelo en globo debido a las restricciones de visibilidad, Rick y su equipo diseñaron y desarrollaron una máquina y un formato teatral que simularían un vuelo en ala delta y que brindaría la misma experiencia en todas las butacas. Este fue el inicio de la famosa atracción Soarin’ Over California.

Los detalles marcan la diferencia

He tenido la suerte de trabajar con Rick en numerosos proyectos a lo largo de los años, y me he dado cuenta de que en realidad él es quien marca la diferencia. Todos y cada uno de los elementos del diseño se inspeccionan, examinan, comprueban y analizan; supongo que es algo básico en la filosofía de Disney. No deberíamos subestimar la importancia de este enfoque, sobre todo en lo que se refiere a vuelos simulados; la elasticidad de la tela de la butaca, el nivel preciso de viento o de olor, la configuración de la escena, desde la orientación del helicóptero y de la cámara hasta los actores o la posición del sol, sin olvidar el momento del día o la estación del año. Además, hay que considerar cómo conectar todo eso con el movimiento programado para las butacas en suspensión para que el público crea que realmente está sobrevolando ese paisaje.

Increíblemente cierto

También hay que tener en cuenta la amplitud de movimiento de esas butacas, porque tienen que poder volar como un pájaro con todo lo que eso implica. Estos insignificantes detalles, nimios y a veces totalmente frustrantes, son los que marcan la diferencia entre una buena experiencia de vuelo y una experiencia de inmersión completamente inolvidable.

El proceso continúa, impulsado por el progreso tecnológico, y hace que cada nueva atracción sea algo mejor que la anterior; los proyectores láser de última generación nos permiten dilatar aún más las reglas de la física, porque colocar proyectores en lugares atípicos puede reflejar la luz alrededor de los espectadores para que se sientan más inmersos en la escena; cuanta más luz, contraste y píxeles haya, más realista parecerá la imagen, y el sonido 3D de inmersión sitúa a los asistentes en los lugares que están sobrevolando.

Así que, mientras que haya un gran diseñador al frente de la siguiente experiencia de vuelo simulado, podemos estar seguros de que la tecnología seguirá haciendo estos viajes todavía más increíbles».