Condé Nast.
Donde el diablo no viste de Prada. (Y Bea no es fea).
Olvídese de El diablo viste de Prada y ni caso a Miranda Priestly. En las editoriales de moda, solo hay una autoridad que no se discute.
La. Fecha. De. Entrega.
La fecha de entrega nunca es flexible, y la única forma de cumplirla es que redactores, editores, subeditores, fotógrafos y diseñadores trabajen juntos. Puede que los conflictos sean lo que vende, pero, en la vida real, la única forma de que las publicaciones lleguen a tiempo a los quioscos es mediante el trabajo en equipo. Quien mejor lo sabe es Condé Nast.
Desde 1909
Se encargan de elaborar los contenidos de brillantes revistas para el público desde 1909, y son terriblemente eficaces en su trabajo. ¿Vogue, The New Yorker, Ars Technica, GQ, Vanity Fair? Condé Nast está detrás de todas ellas. Tanto en papel como en formato digital, sin fallar nunca.
Es cierto que su nueva sede central de Londres, ubicada en el Edficio Adelphi, es sofisticada y espectacular. No obstante, detrás de su exquisita fachada art deco, todo se ha diseñado para potenciar la colaboración con tecnologías adaptadas.
The Well, donde se realiza el mejor trabajo.
Abra cualquier revista y encontrará “The Well” detrás de las mejores historias, con menos publicidad y más contenido editorial. Es donde se muestra el mejor trabajo; es el corazón de toda publicación.
Y si cruza las puertas de la sede central de Condé Nast, también encontrará “The Well” (el pozo). Además de ser el corazón del edificio, se trata de un espectacular espacio informal situado en el hueco de escalera que sirve como zona de presentación y cuenta con un videowall de cubos LED 6×14 Christie Velvet Apex, de 2,5 mm para su uso en interiores, que funciona con Pandoras Box.
“Este edificio representa el futuro digital de Condé Nast International”, afirma Deepak Parma, de architects MCM. “El edificio es un conjunto de oficinas en las que trabajan cientos de empleados, pero necesitaba un ‘espacio central’ en el que reunir a todos para crear un entorno de colaboración, celebración e inspiración. El hueco de la escalera es el eje central natural del edificio. Desarrollamos varias ideas en las que el hueco de la escalera adquiría también la función de grada, de forma que pudieran celebrarse presentaciones y reuniones generales. Todas nuestras ideas giraban en torno al concepto de reunión”.
Resulta interesante que MiX Consultancy, que trabajaba junto a MCM, los integradores Focus 21 y el consultor AV Phil Hallchurch, no seleccionara una distancia elevada entre píxeles, como permitía el presupuesto. En este ambiente y con la mejor fuente de contenido sobre moda del planeta en sus manos, sentía que no era necesario. El propio Phil explica: “Nos decidimos por 2,5 mm, ya que no era necesaria una distancia superior. El contraste de color es insuperable, y la calidad y el brillo de la imagen son excelentes. El efecto que crea es justo lo que quería Condé Nast International”.
“Un punto de reunión espontáneo para los equipos”
El efecto es muy claro. Aidan Geary, director de Operaciones de Condé Nast International Digital, afirma: “Nos han regalado el corazón de la oficina. Se ha producido un doble efecto ya que esta pantalla-pared no solo despliega una increíble belleza sino que también se ha convertido en un punto de reunión espontáneo para que los equipos hagan presentaciones y conozcan las opiniones de sus compañeros. La forma de trabajar de la oficina ha cambiado de inmediato”.
De hecho, podemos ver en el videowall lo bien que todos trabajan juntos. Christie recomendó el uso de Amigo, de MiX, como gestor de contenidos y socio creativo, utilizó Spyder X20 y Pandoras Box para conseguir un potente gestor y procesador de contenidos, y ha colaborado con Condé Nast para crear una estructura de plantilla y una interfaz de usuario que permita a los equipos colgar su propio contenido.
Así todo el mundo verá en qué trabajan y de qué se sienten más orgullosos.
A fin de cuentas, en El diablo viste de Prada, Miranda Priestly, interpretada por Meryl Streep, no es la protagonista. Es Andy Sachs, interpretada por Anne Hathaway, que es capaz de ver más allá de todo el glamur y hacer bien su trabajo. Y todo con un carácter agradable y colaborativo.