Unirse al club: ¿es la industria audiovisual demasiado exclusiva?

¿Es la industria audiovisual una comunidad? A menudo se habla de ella como tal, y desde luego es reconfortante pensar que a los que trabajamos en ella nos une algo más fuerte que los puros intereses comerciales. En los inicios, esto era una verdad indiscutible. Todo el mundo se conocía, las trayectorias laborales de todo el mundo eran similares y la sensación de que éramos desconocidos comprometidos con un mismo proyecto que el resto del mundo aún no comprendía era innegable.

Pero ahora somos más. Muchos más. Y este sector es, cada vez más, un arte que se representa en espacios públicos y que se retransmite por todo el mundo a través de la televisión y las redes sociales. Las ceremonias internacionales de clausura, los festivales de iluminación y los espectáculos de mapping de proyección han llevado a la industria audiovisual a la vanguardia. Pero nos surge una duda: ¿se ha mantenido nuestro sentido de pertenencia aunque ya no seamos un nicho?

Sentir las energías

Tammy Fuqua es una de las personas que es capaz de ver el panorama general y siente la energía de primera mano. Copresidenta del Consejo de Mujeres de AVIXA, y con 25 años de experiencia trabajando en la industria audiovisual, Tammy conoce a fondo todas las perspectivas del negocio. Como la mayoría de comunidades integradas, afirma que lo más difícil sigue siendo poner el primer pie en el mundo laboral.

«Para mí, la comunidad audiovisual es como una familia», dice. «He hecho amigos de todo el mundo y tengo la maravillosa sensación de que puedo ponerme en contacto con cualquiera de ellos en cualquier momento si lo necesito. Ahora bien, este es mi punto de vista por llevar 25 años en el sector, pero hay momentos en los que parece algo exclusivo, sobre todo para las personas ajenas a él. Una de las principales preguntas que me hacen como presidenta del Consejo de Mujeres es cómo contratar a más mujeres, y a menudo descubro que estos puestos se publican en sitios que solo consultan los conocedores del sector».

El camino hacia la industria audiovisual

Este tipo de exclusividad involuntaria (y completamente inocente) no solo afecta a las mujeres, por supuesto. Pero su experiencia demuestra lo que es preciso cambiar para que la situación avance.

«Tenemos que explicar a las mujeres más jóvenes, quizás incluso antes del instituto, que existe la posibilidad de entrar en este sector y que está bien interesarse por la ingeniería», explica Tammy. «Tengo una colega a cuya hija le encantan las Girl Scouts. Así que cogió una casa de muñecas, la equipó con controles audiovisuales y la llevó a una reunión de Girl Scouts; dijo que se les iluminaron los ojos al ver que algo tan chulo podía ser su profesión algún día. Ahí es donde creo que debemos llevar a nuestra comunidad. Actualmente hay un 11 % de mujeres en el sector en Norteamérica, y solo un 6 % fuera de Norteamérica. No es suficiente».

Sentir que perteneces a algo especial siempre ha formado parte del encanto de la industria audiovisual, pero es un arma de doble filo porque a menudo puede parecer un obstáculo, sobre todo desde fuera. Esto es algo especial, y nos pagan por hacer cosas fantásticas que no son habituales en otros sitios. Quizá nuestra comunidad, edificada sobre experiencias compartidas, debería compartir más esa experiencia.