El fotógrafo Neal Preston nos sitúa en el ojo del huracán del rock and roll
La fotografía rockera de Neal Preston
O cómo mantener la calma en el ojo del huracán.
¿Qué tiene la fotografía del rock and roll? ¿Cómo consiguen sus profesionales capturar imágenes tan increíbles en medio del tumulto, los egos y la excitación? ¿Cuál es la receta?
Neal Preston nos da las claves. Uno de los fotógrafos más célebres y celebrados del mundo del rock, en la exposición “In the Eye of the Rock’n’Roll Hurricane” (En el ojo del huracán del rock and roll), patrocinada por Christie y en estos momentos en gira por Europa, nos descubre que el secreto está en mantener la calma en mitad del huracán.
Una cerveza en una mano, una paloma blanca en la otra
En la muestra y el libro del mismo título las imágenes icónicas se suceden: Freddie Mercury en el concierto Live Aid, Springsteen haciendo pruebas de sonido en Kioto, o un tranquilo y sosegado Robert Plant sosteniendo como si tal cosa una cerveza en una mano y una paloma blanca en la otra.
Pero en esa colección de fotos una sobresale sobre las demás, y es la que retrata a los componentes de los Who Pete Townshend y Roger Daltrey en 1976 en San Francisco. En ella vemos a un Townshend volando, literalmente, sobre el escenario, como propulsado por la fuerza de su guitarra, mientras Daltrey, medio vuelto y casi fuera de foco, parece haber salido despedido hacia un lado. Pero si nos olvidamos por un momento las sacudidas de la guitarra y nos fijamos en el público descubrimos un segundo fotógrafo, seguramente amateur: otra mirada serena en medio del huracán, ajeno a la excitación aduladora del público y concentrado únicamente en su disparo, en su momento.
La emoción elevada a la enésima potencia
Eso es precisamente lo que eleva la fotografía rockera de Neal Preston a la condición de obra maestra: no su perfección técnica, que la tiene, sino la calma con la que el fotógrafo captura un instante de rock and roll y eleva la emoción a la enésima potencia.
Esa habilidad es lo que atrajo a más de 10.000 visitantes en un solo mes a la reciente exposición del Theater Gütersloh (D), una de las de mayor éxito jamás celebradas en la ciudad alemana de Gütersloh.
Además de las fotos de Neal Preston, la exposición exhibe objetos, estaciones de audio y videoclips. Un Christie DHD951-Q instalado en un espacio multimedia montado para la ocasión muestra documentales de Preston en plena creación de sus imágenes, mientras en el concierto de rock celebrado para la ocasión, los 30.000 lúmenes del compacto proyector 3DLP Christie Boxer 2K30 hicieron que el contenido proyectado se visualizara perfectamente a pesar de la potente iluminación que caracteriza ese tipo de eventos.
Preston no podía estar más emocionado: “Gracias a toda la gente de Gütersloh, y muy especialmente a mis amigos de la sala, de Bertelsmann y, por supuesto, de Lightpower. Entre todos han hecho posible esta maravillosa exposición. Casi no puedo hablar. En la vida me lo he pasado mejor”. Lo que no es poco si tenemos en cuenta que esa vida la ha pasado en compañía de bandas de rock.
No todas las imágenes se crean igual
Nuestro mundo nos bombardea hoy con cantidades ingentes de imágenes, y su creación se ha vuelto más fácil que nunca. Por eso no está de más recordar que no todas las imágenes se producen de la misma forma. La asombrosa foto que Preston tomó de los Who en San Francisco no es, ni mucho menos, un accidente, sino el fruto de una calma infinita y de una paciencia muy bien ensayada. Es el tipo de foto que surge cuando se sabe bien lo que vale una imagen, fija o en movimiento, y que las imágenes merecen y requieren ser vistas y apreciadas en toda su calidad.
Disfrutar del momento, de lo efímero, es ciertamente la enseña del mundo del rock. Y sin embargo, en la práctica hace justo lo contrario. De lo que el negocio de la música, Neal Preston, Christie y nuestros socios se ocupan es precisamente de capturar para siempre la fugacidad del instante.
Y lo hacen con calma y tranquilidad.