Las recompensas que ofrece la creación colaborativa.
Christie en el Barbican Centre de Londres.
Si una de las alegrías de esta industria es la creación colaborativa, una de las más grandes es colaborar con el Barbican Centre. Esta es una de esas relaciones que se desarrollan de manera natural. Cuanto más comprobaba Barbican lo que podíamos conseguir con la tecnología Christie, más querían utilizarla. Cuanto más veíamos lo que Barbican hacía, más queríamos ayudarles a que lo consiguieran.
Efectivamente, es difícil expresar lo orgullosos que estamos en Christie de que nuestro logo esté incluido en el sitio web de Barbican junto al de The City of London Corporation. Los propietarios de este gigantesco complejo situado en Londres, que incluye el centro artístico formado por una sala de conciertos, dos teatros, dos galerías de arte, tres salas de cine, y la joya de la corona, el aún más grande Barbican Estate, formado por una biblioteca, la Guildhall School of Music and Drama y 2 000 apartamentos.
Pero las colaboraciones de este calibre exigen mucho trabajo. El Barbican se desvive por su posición y producción artísticas, y si la tecnología de Christie no puede ofrecer un valor añadido a estos aspectos, no esperamos que nuestro logo continúe en su web.
Los comienzos
Pero empecemos por el principio. Una época en la que aún no nos habíamos jugado nuestras reputaciones y en la que el mundo no nos miraba con lupa, en la que teníamos la idea (no demostrada) de que los espacios públicos de Barbican podrían ofrecer una plataforma para el arte hecho con tecnologías complejas.
A finales de 2016 llegó “Numina”, de Zarah Hussain. Se trataba de una cartografía de proyección de patrones de Artes Islámicas sobre una escultura piramidal en mosaico que nos encantó. Y también a Barbican. Pero ¿y al resto del mundo? Nos alivió saber por las redes sociales que también le gustó. Se convirtió en el ganador indiscutible del Premio Lumen del público ese año.
Y después volvió a suceder con John Akomfrah, cuando su ambiciosa instalación de video “Purple”, con seis pantallas y presente en 10 países, llegó al Curve de Barbican, donde hizo énfasis sobre los efectos del cambio climático y donde más de 43 000 visitantes contemplaron a las figuras encapuchadas vestidas de blanco mientras veían lobos campar a sus anchas, nieve virgen del ártico, niños jugando, paisajes arrasados y promesas de políticos.
¿Y todos esos trabajadores modernillos sirviendo macchiatos a la sombra gigantesca del arte del error, inspirado en Basquiat, en el Shoreditch Digital Canvas del Silicon Roundabout de Londres? Pues no estaban ante una idea genuina, ya que primero vio la luz en el espacio Foyer, tras la respuesta de Barbican Young Creatives sobre Basquiat: Boom for Real.
Hasta ahora ha sido muy emocionante. Pero la historia no termina aquí. Los planes para dar vida a los espacios públicos de Barbican con unas cuantas áreas de muestra y proyección gestionadas por Christie avanzan a buen ritmo y ya llaman la atención del público. Una nueva iniciativa de Level G, Always Open, Always Free ya ha puesto en marcha un programa de eventos, instalaciones y espectáculos a los que todo el mundo puede asistir gratuitamente, que incluso incluye un área común de trabajo. ¿Y el premio Lumen que ganó Zarah Hussain? La ceremonia de premios de 2019 ya está preparada en la sala de cine 2 de Barbican.
El mismo status que las expresiones artísticas convencionales
Cuando Sir Nicholas Kenyon, el director general de Barbican, dice que “el hardware y software de vanguardia de Christie han demostrado ser un gran cambio ya que nos han permitido comprender la visión de los grandísimos artistas con los que trabajamos”. Lo importante no es elogiar nuestro hardware y software, a pesar de que sea un gran detalle por su parte. Es su reconocimiento a los artistas que eligen utilizar sistemas audiovisuales en sus trabajos, ya que estos son tan impresionantes como el resto de los que se pueden encontrar en el Barbican.
También es importante para la comunidad audiovisual en general, ya que reúne al arte digital y su público en el mismo edificio y les otorga el mismo status que a las expresiones artísticas convencionales. Aquí, los audiovisuales son tan valorados como la soprano clásica Measha Brueggergosman cantando obras de Ravel o Debussy.
Un mundo empresarial
En este punto, es normal que te preguntes si Christie ha perdido su enfoque comercial. El arte es maravilloso y hace que el ser humano tome conciencia de sí mismo, pero ¿tiene eso algo que ver con pantallas LED enormes y pantallas de visualización comerciales? La respuesta es que lo que el arte intenta hacer hoy es lo que el mundo empresarial aceptará mañana. Esta es nuestra inversión en este proceso, tan importante para nosotros, nuestro negocio y nuestros socios como nuestra inversión en I+D.
Puede que los resultados no se publiquen oficialmente, pero sabemos, por nuestro trabajo en la industria cinematográfica, que ignorar las voces creativas externas es ignorar una gran fuente de enérgico talento. Talento que ahora mismo está esforzándose al máximo, encontrando nuevos públicos y abriendo caminos hacia donde, dentro de un tiempo, todos nos dirigiremos.