MicroTiles y más.
Conoce a Mike Perkins, Responsable de Desarrollo de Productos
Para ser alguien que está centrado en llevar la tecnología audiovisual al futuro, Mike Perkins es un hombre bastante paciente. Como Responsable de Desarrollo de los productos de Christie, y como ingeniero eléctrico que acabó aprendiendo un poco sobre muchas cosas, es su trabajo imaginar lo que está por hacerse y descubrir cómo proceder para lograrlo. De hecho, más que su trabajo, es su pasión. Aun así, si hablas con él, verás que le rodea un aura casi Zen, ya que reconoce que, aunque la respuesta siempre está presente, muchas veces se toma su tiempo para hacerse ver, aunque tarde o temprano lo acaba haciendo.
Dar, o no, el visto bueno.
A Mike se le conoce como uno de los creadores de las MicroTiles originales de Christie, junto con Bob Rushby, que formaba parte de Christie y ahora se ha jubilado de su puesto como Director General de Tecnología. Mike nos cuenta la historia de su primer trabajo de verdad en SPAR Aeroespace en Montreal, en el que, por ejemplo, trabajó en un satélite de 600 millones de dólares que traspasaba las nubes. Un día, mientras estaba parapetado tras un pequeño fortín a 250 metros del cohete que lanzaría ese satélite en su órbita, se dio cuenta de que de él dependería dar o no el visto bueno para lanzar al espacio muchos años de arduo trabajo. Esa decisión fue fácil, según él, ya que sabía de sobra que no había nada más que pudieran hacer.
Sin embargo, esa larga espera de tres meses para comprobar si las primeras imágenes poco nítidas corroborarían la decisión que tomó en aquel lugar le demostró que la impaciencia no haría que el futuro llegase más rápido.
La espera merece la pena
Con la creación de las MicroTiles pasó algo similar: nacieron del momento de inspiración de dos ingenieros exhaustos en un bar de Tokio. Mike estaba seguro de que este sería un producto que, de ponerlo en marcha, rompería esquemas. Sin embargo, una testaruda parte del algoritmo de control de luz se resistía a todos los esfuerzos, un bloqueo en el camino que podría condicionar la puesta en marcha. Entonces, un día, cuando estaba sentado en la sala de espera del aeropuerto Charleston, en Carolina del Sur, y el café y su casa eran lo único que ocupaban su mente, Mike se dio cuenta de que tenía la respuesta. “En ese momento – dice – supe que podía hacer que la ecuación funcionara cuando, minutos antes, no era capaz”.
¿Se trataba de un pensamiento que nadaba por su mente y salió a la superficie? ¿O, quizás, fue su subconsciente arrojando luz a algo que su consciencia no había visto? Él afirma que no lo sabe, pero que le enseñó que la paciencia, perseverancia y el toque perfecto de arrogancia para hacerte ver que encontrarás las respuestas que otros no encontraron son, entre otras, las herramientas en las que más puede confiar un ingeniero.
Fotografía de la vida salvaje
Quizás por eso es por lo que Mike es tan buen fotógrafo de la vida salvaje, que es su otra pasión a parte de la tecnología AV. Es un hobby que le ha llevado a todos los rincones del mundo para observar y esperar a la criatura perfecta en su momento perfecto. Él nos cuenta que no es un trabajo pasivo, ya que, si no estás alerta y preparado para capturar la foto, pierdes la oportunidad. También has de estar preparado para abandonar: Mike afirma que el mejor consejo se lo dio un mensaje de error tras introducir un largo y tedioso código.
“No ha funcionado. Utiliza otro código”. Así dictaba el mensaje.
Quizás es esa la clave. La paciencia, para Mike, no es tiempo perdido en el que no sucede nada.
O como diría Jean-Jacques Rousseau: “la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”.