Si trabajamos juntos, lograremos mejores resultados. La industria audiovisual se pone de acuerdo con la informática.
Antes era mucho más sencillo. Enchufabas una cosa a otra, y si estaban fabricadas para que funcionara, simplemente lo hacían. O al menos, lo hacían la mayoría de las veces. En la época analógica anterior a las IP, una vez conocías los límites y las convenciones de tecnologías con las que trabajabas, ya sabías, más o menos, todo lo que necesitabas saber.
Pero el sector dio un gran cambio tras la aparición de las IP. Y no solo cambió la manera en las que las cosas se conectan entre ellas, sino que también está cambiando la forma de contactar entre las personas. Un cambio cultural en la forma de trabajar de las empresas del sector audiovisual tiene el potencial de ser tan impactante como cualquier otro gran cambio que hayamos vivido.
No podemos hacerlo más.
Cuando este sector era desconocido y era al único al que le importaban las fuentes de alimentación, la señal, etc., no era necesario que comunicara a nadie de forma detallada lo que hacía. Pero ya no podemos hacerlo más, ya que ahora este sector viaja sobre las vías que crean las IP.
¿Es esto un problema? Bueno, no tiene por qué serlo. El destino de ambos -latencia cero, una experiencia de transmisión orgánica y un servicio de asistencia que respalde todo- es el mismo. Es la elección del trayecto para llegar lo que algunas veces dificulta las cosas, y únicamente porque ambos sectores suelen preferir priorizar su perspectiva.
Una ruta común hacia un objetivo compartido.
Iniciativas como SDVoE cambian esto porque, aparte de las ventajas técnicas que ofrece, aporta una ruta común hacia un objetivo compartido. Eso es tener media batalla ganada antes incluso de empezar: hemos pasado de ver a una persona un tanto “extraña” pedirle a un gestor de red que conecte una caja negra que nadie sabe de dónde ha salido a su red cuidadosamente gestionada a observar a un profesional con todas las letras que entiende los problemas de sus compañeros, con los que comparte una lengua común.
Lo más sencillo, como explicar que los trabajadores de nuestro sector siempre son más felices si trabajan con IP fijas (no podemos enumerar los motivos, porque realmente son incontables), hacen que de forma instantánea ellos sientan que se encuentran en buenas manos y que entendemos que lo más importante para su trabajo es no sentirse expuestos.
Piensa en los gestores de red de hoy en día.
Piensa en un gestor de red en la actualidad, observando las interrupciones de la cadena de suministro provocadas por el coronavirus y enfrentándose a preguntas sobre la integridad de su red en el futuro. Saber que más de 50 fabricantes se han adherido a la norma SDVoE y que ya no se encuentran aislados en sus burbujas les debe haber traído mucha tranquilidad. No solo porque facilitan la adquisición de piezas de repuesto de una gran variedad de proveedores, sino también porque el sector audiovisual actual entiende de verdad sus preocupaciones.
El sector audiovisual siempre ha sido una industria basada en las asociaciones, ya fuera trabajando con arquitectos y diseñadores de interiores o con ingenieros de sonido y encargados de salas. La nueva relación con la tecnología debe estrecharse aún más, pero si nuestro sector se aproxima a esta con una actitud innovadora y colaborativa (y, sobre todo, con admiración sobre los objetivos y retos de su industria) podría ser aún más fuerte y productiva.