Deep Space 8K. Listos para acercarse.
Para un niño de cinco años el mundo es un lugar nuevo y fascinante con un sinfín de cosas que aprender. Y para aprender hay que acercarse a las cosas. Estar cerca, muy cerca de ellas. No dejar que nada se escape. Esa sensación del niño de cinco años es la que Deep Space 8K deseaba provocar en todos los visitantes —jóvenes o no— al Ars Electronica Center de Linz. Y el resultado de ese deseo desembocó en un renacimiento y una renovación del Centro que se materializó en el Deep Space 8K: una experiencia museística y educativa que no se parece a nada conocido, un asiento privilegiado en un viaje de alta definición y 35 millones de píxeles hacia el futuro, conducido por Christie…
El Ars Electronica Center se autodenomina ‘museo del Futuro’, un lugar sin advertencias de ‘no tocar’; un mundo en donde explorar todo tipo de género artístico, de área científica, de camino tecnológico. Y el Deep Space 8K es su núcleo central, el corazón del Centro: un muro de 16 x 9 metros y un suelo de idénticas dimensiones, construidos para proyecciones y seguimiento láser y recientemente actualizado a 3D y 8K.
En este espacio único nos sentimos transportados a la antigua ciudad maya de Tikal, escalamos los Alpes y volamos por todo el Universo conocido o a través del cuerpo humano. Y todo con el máximo detalle gracias a la tecnología de proyección de Christie que se oculta entre bastidores: resolución 8K, frecuencia de imágenes de 120 Hz y estéreo 3D.
Deep Space 8K es una primicia tecnológica mundial, la culminación de un ambicioso proyecto hecho realidad con la ayuda de Ton+Bild Medientechnik GmbH. Estos veteranos partners de Christie sabían que para hacer realidad la visión del Ars Electronica Center necesitarían proyectores con capacidad 3D, máximo rendimiento lumínico y resolución 4K, pero con las garantías de seguridad que se requieren cuando el visitante se encuentra a mínima distancia de la proyección. Sólo había un candidato posible: el Christie Mirage 304K 3DLP.
Incorporados de lleno a la acción
Cuando los visitantes se encuentran tan próximos a la acción 3D como lo están en Deep Space todas las imágenes de ambos ojos tienen que actualizarse a los 120 khz del Mirage; de lo contrario, la calidad de imagen, el color y la nitidez se resienten, se degradan y acaban decepcionando al espectador. Aquí el público está tan cerca que cualquier imperfección en la proyección sería perceptible y arruinaría el efecto que el Centro tanto ha luchado por conseguir. Por ejemplo, Deep Space Play Spaces involucra de lleno al público en la acción convirtiendo muro y suelo en un gigantesco videojuego interactivo con ayuda de Pharus, un sistema de láser desarrollado como trabajo final de máster por Otto Naderer, un miembro de la plantilla de Ars Electronica, que permite hacer seguimiento de los visitantes que deambulan por el suelo, convertidos en controladores en vivo y en tiempo real del juego y en parte integrante de la propia acción.
Luego viene in2white, obra del fotógrafo italiano Filippo Blengini: una visión panorámica de 360 grados y 365 gigapíxeles del Mont Blanc compuesta por setentaicinco mil tomas individuales que unidas forman la fotografía con resolución más alta de un objeto de cuantas existen en la Tierra. La visión de la obra con detalle 8k en el muro de 16×9 metros del Deep Space resulta imponente, y la calidad y nitidez de los primeros planos nos invitan a tocar las huellas de las pisadas de los rebecos en la nieve recién caída.
Equipados con objetivos de tiro corto (0.9:1) con distancia focal fija, los Christie Mirage 304K 3DLP atrapan al espectador en la acción, animándole a acercarse más aún y a centrar toda la atención en lo que ve, haciendo que cada píxel cobre vida y que todo, por complejo que sea, se perciba con la máxima claridad.
El niño de cinco años que llevamos dentro no puede estar más contento…