Noventa y cinco años de imaginación
Cuando una empresa llega a los 95 años de recorrido, lo normal es preguntarse: ¿qué es lo que les motiva a la hora de innovar? Ninguna regla empresarial dice que, por ser creativa, una empresa vaya a seguir creando indefinidamente. Nada garantiza la inspiración y el éxito constantes. No basta con adaptarse a los cambios. Para ser realmente innovador, tienes que ser el propio cambio, superar cada cierto tiempo los límites de la innovación y liderar de verdad el avance del sector.
Encontrar problemas
Una de las personas que desempeña un papel exigente en Christie es Larry Paul, director ejecutivo de tecnología y soluciones personalizadas, empresa y entretenimiento. Y Larry no tiene duda alguna sobre cuál es el principal motor de la innovación: «creo que en los 95 años de vida de nuestra empresa, el hilo conductor ha sido que buscamos los problemas reales que tiene -o tendrá- la industria, y procuramos resolverlos. Ya sea para la industria cinematográfica, en la que incorporamos sistemas de proyección de bucle sin fin que convirtieron los multicines en una realidad rentable y nos valieron un Oscar®, o en la forma en que hemos impulsado el láser puro RGB, se trata de dar respuesta a los problemas de los clientes».
No es que nadie acuda a Larry con una ficha técnica y le diga: «constrúyeme esto». Las peticiones suelen ser mucho más difusas, e incluso encontrar una solución que resulte prometedora en la práctica es todo un reto. Pero, como dice Larry, ahí es donde los 95 años de experiencia y la presencia en muchos mercados representan una ventaja. «La proyección de alta velocidad de fotogramas que desarrollamos para el director de cine Ang Lee, ganador de varios Premios de la Academia, era algo que ya habíamos estudiado para aplicaciones de simulación muy especializadas -desarrollando la electrónica especial necesaria- y ya vislumbrábamos una aplicación directa en los parques temáticos. Pero cuando Ang acudió a nosotros con una visión artística de una película de alta frecuencia de imagen en 3D significaba que contábamos con los componentes intelectuales necesarios y sabíamos que había una posibilidad”.
Sin embargo, las peticiones directas de las personalidades más influyentes de la industria del cine son escasas y, como dice Bryan Boehme, vicepresidente de ventas internacionales de Enterprise, si quieres saber lo que quiere el público, tienes que salir a la calle y escucharlo. «Este negocio es una comunidad, y lo más importante es cómo trabajamos en comunidad, nos respetamos y colaboramos codo con codo”.
Joel St-Denis, director de gestión de productos, sigue con la historia. «Aunque somos una empresa de ingeniería, siempre nos hemos guiado por el mercado. Llevamos a los clientes a nuestro stand de la feria y les enseñamos lo que tenemos, y a lo mejor nos piden algo que no tenemos. Y suele ser lo mejor. Así surgió uno de los productos de más éxito en la historia de Christie: la Serie M. Hablando se entiende la gente».
Esa convicción de tomar una «idea» -por escasos que sean los primeros detalles- e invertir recursos en crear un producto comercial ha sido siempre la clave del éxito de Christie.
¿Y qué nos depara el futuro? El concepto de resolución limitada por el ojo (Eye Limited Resolution, ELR por sus siglas en inglés), en el que el factor que limita no es la tecnología de visualización, sino la agudeza del ojo humano, no es nada nuevo. Sin embargo, sigue siendo una dificultad excepto en situaciones muy especializadas. La ELR garantiza imágenes en movimiento indistinguibles de la visión real y puede ser la clave para liberar el poder de la realidad virtual y mejorada. ¿Larry, Joel y Bryan tienen la ELR en el radar de Christie? Casi con seguridad.
Imaginación aplicada
La envidiable lista de patentes y premios de Christie (incluidos tres premios de la Academia en el apartado de Ciencia e Ingeniería) es el testimonio de una filosofía de innovación que sigue teniendo éxito, y no es casualidad que la imaginación aplicada resulte familiar a las comunidades artísticas con las que trabaja Christie.
Así es como las industrias y las personas creativas innovan y se reinventan sin cesar, empezando por imaginar lo imposible para después transformarlo en realidad.