Lo importante siempre es el viaje:
el equipo de entretenimiento temático de Christie marca el camino
Abróchense los cinturones. Este viaje va a ser increíble.
Y aún no se ha inaugurado la atracción.
Idear, crear y encargar una atracción temática no es para pusilánimes. La ambición que encierran estas atracciones no se limita a llamar a las puertas de lo posible; golpean con ambos puños mientras buscan crear algo que nunca se haya hecho antes, que sobrepase todos los límites pero que debe entregarse a tiempo, ajustarse al presupuesto y funcionar a la perfección día tras día.
Donde quieren estar
El equipo de parques temáticos de Christie conoce bien las legítimas exigencias de este mercado, que parece el más implacable de todas las disciplinas ProAV. Sin embargo, al hablar con ellos se palpa en el ambiente un entusiasmo absoluto. Trabajan en la vanguardia porque es ahí donde quieren estar, ya que perfeccionan la tecnología que permite algunas de las visiones creativas más emocionantes y ofrecen servicios profesionales personalizables que hacen realidad las fantasías en teatros voladores, atracciones oscuras y parques temáticos en todo el mundo.
Ernest Bakenie, director senior de entretenimiento de Christie’s, nos cuenta la historia: «Llevo en la industria desde 1996 y me encanta porque me permite colarme en una realidad diferente. ¿Por qué leemos libros? Por esos detalles que despiertan fantasías en nuestra mente», explica. «Y, a día de hoy, nadie crea mundos detallados e inmersivos mejor que el negocio del entretenimiento temático. Mezcla las ideas originales de los libros y las películas y las lleva al siguiente nivel».
La referencia de Ernest a las novelas, y no solo al cine, es reveladora porque demuestra que considera que el entretenimiento temático forma parte de una tradición ininterrumpida de narración de historias. Que el entretenimiento temático bien hecho no es solo propiedad intelectual sumada al dinamismo: ofrece algo valioso, original y único.
Tienen la oportunidad de hacer cosas
«La atracción consiste en participar en la historia. Los visitantes tienen la oportunidad de hacer cosas que no pueden hacer en su vida cotidiana», afirma Joe Graziano, director de ventas de Entretenimiento de EMEA, que toma la palabra. «Tienen la oportunidad de hacer cosas que solo ven en la televisión. Normalmente, solo los actores y las actrices pueden vestirse así, comportarse así y vivir esa experiencia. Ahora ellos también pueden hacerlo. El mundo del entretenimiento temático es nuestra forma de ofrecer eso a la gente».
La clave para lograr este profundo nivel de inmersión proviene de la idea del poeta del siglo XVIII Samuel Taylor Coleridge de una «suspensión voluntaria de la incredulidad», en la que el público acepta activamente creer en la historia que se cuenta. Pero, como explica Jan Miller, director de desarrollo de la división de entretenimiento, esta idea no está exenta de peligros.
«Si no consigues una suspensión voluntaria de la incredulidad, pierdes a tu público en todos los sentidos», afirma. «Se desvincularán de la experiencia y es muy probable que no vuelvan a engancharse nunca, así que es el aspecto más crítico de lo que hacemos».
Público experto
La mayoría de estos públicos, además, son públicos expertos: sí, suspenderán voluntariamente su incredulidad, pero solo si esto tiene sentido dentro del mundo ficticio que ya conocen y aman. Cory Baranieski, director de ventas de cuentas estratégicas de la división de entretenimiento, lo sabe de primera mano. «Crecí jugando a Super Mario. Y adentrarme en ese mundo, en sus fases conceptuales, y ver algo en lo que realmente puedo sumergirme fue especial», explica.
Tal vez por eso el equipo de Christie encuentra tan gratificante y atractiva esta disciplina enormemente desafiante. Hablando con ellos está claro que su entusiasmo va mucho más allá de los intereses comerciales. Para Cory, es algo personal; para Jan, algo filosófico; para Joe, es generosidad; y para Ernest, el siguiente hito en una larga tradición narrativa. Parece que el viaje no ha hecho más que empezar.