No es verdad que las películas se hayan hecho pequeñas.

Qué enseña Billy Wilder al negocio del cine.

Joe Gillis: Usted es Norma Desmond. Salía en las películas mudas. Era usted grande.

Norma Desmond: Soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas.

La tecnología no tuvo compasión de Norma Desmond. Refugiada en su mundo de fantasía la gran estrella del cine mudo despreciaba esas películas sonoras que le habían arrebatado la fama. Y aunque Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses) de Billy Wilder y la interpretación de Gloria Swanson en el papel de Norma tienen ya casi setenta años, el film ofrece lecciones que la industria del cine de hoy haría bien en no ignorar.

No era el cine sonoro, era la televisión

Pues si la reacción de los artistas ante la innovación técnica es la trama secundaria del cine, Sunset Boulevard es su moraleja. Cuando Wilder la rodó en los años cincuenta, la batalla del cine mudo estaba ya perdida y el cine sonoro había acabado con las películas mudas hacía ya bastante tiempo. Por ello, de lo que Sunset Boulevard hablaba era, en realidad, no del cine sonoro, sino del nuevo peligro que se cernía sobre el cineasta y el negocio del cine: la televisión.

En retrospectiva, nos cuesta comprender que la televisión inquietara tanto. Se decía que acabaría con el cine, que las salas cerrarían, los estudios quebrarán y que ningún actor o actriz de la gran pantalla escaparía al cruel destino de Norma Desmond. Pero nada de eso pasó y el cine optó por lo de siempre: la innovación, la adaptación y la apropiación. Y no sólo sobrevivió, sino que prosperó como nunca antes.

El proceso se repite cada vez que el cine se enfrenta a un nuevo desafío. En Francia, como en todas partes, las dudas sobre el futuro del cine ante un mundo dominado por los contenidos a la carta abundan. De hecho, este año ha habido incluso objeciones a la presencia de Netflix en Cannes. Pero, poco a poco, el cine continúa caminando, como siempre, por la vía de la innovación, la adaptación y la apropiación.

En Francia, con CGR, el cine está cambiando ya

CGR es la tercera cadena francesa de exhibición. Cuenta con 474 salas, algunas de ellas en plena transformación para adaptarse al nuevo concepto Premium Room de CGR, consistente en incorporar la mejor tecnología a auditorios con aforos de tan sólo 200 espectadores.

Nada del otro mundo, se dirá. Sólo que la intención aquí no es la exclusividad, sino la expansión. Jocelyn Bouyssy, CEO de CGR, lo explica así: “No quiero que haya personas excluidas de las mejores experiencias cinematográficas. La posibilidad de ver y oír las películas en las mejores condiciones debe estar al alcance de todo el mundo. Por eso nuestra intención es no incrementar en más de 3 euros las entradas, ni siquiera las más baratas, como las de estudiantes”.

Alta gama para grandes audiencias

Ciné Digital Service ha instalado para CGR un kit de Christie de alta gama: la solución Solaria CP42LH 3DLP HFR, 4K y RGB con sus 60.000 lúmenes de potencia y una gama cromática que supera el color DCI P3 y replica el estándar Rec. 2020. Se trata de una idea audaz, pues acaba con el tópico de que calidad implica necesariamente exclusividad. Hoy la tecnología encuentra formas de dar más valor a la inversión. El CP42LH usa la EWD (diversificación de longitud de onda reforzada) de Christie para reducir el speckle (patrón granulado) en pantallas plateadas, permitiendo con ello a los exhibidores usar las pantallas con las que ya cuentan y sistemas de 3D pasivo, reduciendo el tiempo y el coste de las actualizaciones de los sistemas de proyección y posibilitando el uso de gafas de polarización 3D de bajo coste.

Una filosofía que proclama que, ante los retos comerciales o artísticos que amenazan al cine, en lugar de retirarse, la industria debe avanzar. Cuanta más gente seamos capaces de atraer a las experiencias Premium que sólo la sala de cine está en condiciones de ofrecer, más rápidamente y más lejos se extenderá el mensaje de calidad del cine. Hay apetito de streaming y de cine, y la misma audiencia de masas está ansiosa de las dos cosas.

La última tecnología ha trasladado ya este enfoque a propuestas prácticas, y la tecnología de láser RGB de Christie, innovadora y asequible, presente en la Serie Freedom constituye un buen ejemplo de ello. La decisión del cineasta Ang Lee de filmar su última producción Billy Lynn’s Long Halftime Walk en 120fps, 4k y 3D da prueba de ello.

La Norma Desmond de Sunset Boulevard lo sabía bien. También Billy Wilder. Hay que ser ambiciosos y no dejar que las películas se hagan pequeñas.